Nuestra Villa
Nuestra villa

 

La iglesia parroquial de San Pedro es un modesto edificio de ladrillo, del s.XVI de una sola nave. En su interior se halla una escultura de San Isidro Labrador que sale en procesión cobijada por un baldaquino de columnas salomónicas.

Situado en una pequeña hondonada, descubrimos un lugar apto para disfrutar del paisaje.

Una de las peculiaridades que tiene el pueblo es la historia acerca de su nombre, ya que según cuetnan hubo una vez una persona que empezó a picar en el suelo para encontrar agua, y como no salía, un obrero dijo: "Agua sal", y ésta salió y desde entonces lo llamaron Aguasafochas en lagunal.

Junto a la carretera por la que se accede hasta Aguasal hay una pequeña laguna, la cual, junto con la estampa del caserío de la población, nos puede permitir conseguir fotos de una belleza increíble.

Al otro lado del pueblo se muestra su edificio más significativo, la Iglesia de San Pedro, de ladrillo incluida su torre, pero hay que destacar que es en ésta donde se ubican unas pequeñas banadas de piedra que dan otro colorido tanto a la torre como al conjunto del templo. Al exterior también destaca el pórtico con tres arcos rematado por tres bolas. En el interior destaca el retablo mayor así como las andas de San Isidro del siglo XVII. Puede ser visitada contactando con el Ayuntamiento.

Sus fiestas son bastante seguidas en el tiempo; la primera en hornor a San Jorge, el 23 de abril, y después, el 15 de mayo festejan a San Isidro, con un procesión y un campeonato de cartas.